Los pilares de Dulya

BALANDOR: LOS PILARES DE DULYA

Año 1099 del Calendario Unificado del Antiguo Imperio.

(Estos sucesos tienen lugar a la vez que los acontecidos en el  último ReV de 2016, pero esta vez se desarrollan en el viejo continente, Therbas).

Había un pequeño pueblecito rodeado de ruinas situado al norte de Sonor, la capital de Dulya. No eran más que ruinas hasta que el Gran Duque decidió darle un papel importante en el desarrollo y mejora del país. El nombre que recibiría esta nueva ciudad sería Balandor, en honor del propio Gran Duque.

Actualmente Balandor es un bullicio de gentes de todas las naciones, un sin fin de ir y venir de viajeros. Esto ha obligado a sus gentes a adaptarse rápidamente a la vida de una gran villa. Vayas a donde vayas y mires a donde mires, encontrarás nuevas casas en construcción, mercaderes con productos nunca vistos hasta el momento… Incluso oradores glorificando a sus dioses y en busca de nuevos acólitos; gremios de todas las profesiones haciéndose un hueco en las abarrotadas calles; magos y alquimistas errantes en busca de aprendices….

Pero no todo es bueno en este nuevo Balandor creado por el Gran Duque. Como todos sabemos, las aglomeraciones de gente siempre traen a lo peor de cada casa: robos, asesinatos, desapariciones, apariciones fantasmales… ¡La gente se está volviendo loca! En cada esquina se oye un nuevo rumor sobre cosas raras y sin explicación desde que se han acelerado las obras. Ha llegado a tal punto que parte de los obreros y habitantes originales han decidido irse de sus hogares.

Además, a todo esto hay que sumarle el hecho de que la guardia original de Balandor son apenas dos chavales del lugar. Obviamente no pueden hacer frente a toda la demanda de nuevos ciudadanos, y se les suele ver más en la taberna ahogando sus penas, que haciendo su trabajo.

Pero todo esto pronto cambiará, ya que se ha prometido una gran mejora por parte del Burgomaestre de estas tierras (con mención honorífica del Gran Duque en persona), y Balandor pasará a ser la joya de la corona de Dulya.

Porque al final, el progreso es el futuro, ¿y qué podría salir mal?. ¿Quizás las supersticiones de los pueblerinos harán mella en los planes del Gran Duque? ¿Podrán convivir juntos todos los gremios y los diferentes mercaderes? ¿Será capaz la guardia de hacer frente a todo lo que se le viene encima? ¿Cumplirá el Señor de Balandor las expectativas del Gran Duque o lo pagará con su vida?